Sándor es diabético desde hace 53 años. Como consecuencia, los vasos sanguíneos de sus ojos se dañaron por completo. Ahora solo puede ver con un ojo y sólo algunas luces.
Los vasos sanguíneos de sus pies también se dañaron, lo que provocó que se le formaran úlceras con regularidad en los dedos de los pies. Los médicos lo derivaron a una operación, ya que creían que era necesaria una amputación. Sin embargo, Sándor rechazó la operación y, después de usar péptido C, sus niveles de azúcar en sangre disminuyeron, por lo que necesita menos insulina, y las úlceras comenzaron a curarse espectacularmente bien.








