Edina y su esposo crían a dos niños pequeños, Gergo y Bence, que nacieron con una enfermedad genética y tienen un trastorno del desarrollo neurológico y anteriormente sufrieron ataques epilépticos. Edina ya nos ha hablado de los efectos beneficiosos del uso del péptido C en la vida de los chicos. Los dos niños se liberaron de las convulsiones y los médicos pudieron recetar menos medicamentos antiepilépticos basándose en mejores diagnósticos. Gergo, que apenas había hablado antes, comenzó a usar palabras y comunicarse conscientemente, y también entendía mucho mejor lo que le decían.
Al ver el cambio en la condición de los niños, Edina también comenzó a usar el péptido C, esta vez nos cuenta sus propias experiencias.
Edina comenzó a cuidar a Gergő y Bence como madre adoptiva. A lo largo de los años, los niños se han vuelto muy cercanos a su corazón, cuidándolos y criándolos como sus propios hijos. Por un problema ginecológico, su pareja y ella no habían podido pensar en el posible crecimiento futuro de su familia.